Bruno Garcia: «La sensación en Lituania es que la selección japonesa fue protagonista y competitiva y se acercó a potencias como Brasil o España«
Prácticamente diez años después de iniciar tu andadura internacional, ¿con qué te quedas de tu experiencia profesional en el extranjero?
Son muchas vivencias, todas diferentes y muy enriquecedoras a lo largo de tres continentes, cuatro países, diversidad en las culturas, idioma, gentes, hábitos etc.
Lo considero como un proyecto de vida familiar y profesional, que ha despertado y estimulado de manera extraordinaria nuestra mentalidad, ahora mucho más globalizada.
China, Vietnam, Perú y, ahora, Japón. Cuatro países en los que el fútbol sala no es un deporte rey. ¿Qué crees que has podido aportar a la cultura futsalística de estos países?
He tratado de aportar un visión más profesional y estructurada de cómo orientar la especificidad del Futsal tanto en el alto rendimiento como en la Planificación pedagógica de las etapas de formación; haciéndola explicita con un Libro de estilo diferenciador, basado en mi Modelo de trabajo, de juego y entrenamiento, adaptándolo a cada contexto, y, considerablemente diferente al que tenían; sustentado en unos valores concretos, haciendo participes, con un objetivo común, a todos los actores protagonistas del ecosistema que conforma el entorno de nuestro deporte en cada País.
Después de tu participación en la Copa del Mundo de 2016 en Colombia con el combinado vietnamita, este pasado mes de septiembre repetiste cita con la selección japonesa. Derrota en octavos frente a la todopoderosa Brasil. ¿Con qué te quedas de vuestra aventura en Lituania?
Son dos Mundiales consecutivos con dos Selecciones de países diferentes; de Lituania me quedo con la buena sensación de haber sido protagonistas, con las señas de Identidad y los valores que hemos sido capaces de transmitir al mundo entero y con que Japón ha competido y se ha acercado a potencias Mundiales como Brasil, España o Paraguay.
Cinco años en el país nipón te han permitido aportar tu granito de arena para colocar a Japón en primera línea del fútbol sala internacional. ¿En qué ha cambiado la mentalidad del fútbol sala allí?
Yo he percibido un cambio progresivo enorme, tanto en la mentalidad como en el sentimiento de pertenencia, y, la convicción de creer que podíamos competir y acercarnos a cualquier Selección de cualquier país del Mundo, independientemente de su nivel o transcendencia histórica.
¿Cuál ha sido la metodología de trabajo que os ha permitido conseguir este gran nivel?
La metodología ha de emanar del Modelo, ahí hemos sido capaces de crear transferencias directas y positivas del Modelo de Trabajo al Modelo de Juego y, de éste, al Modelo de Entrenamiento. Hemos intentado hacer un traje a medida acorde a las necesidades del contexto que nos hemos encontrado cuando llegamos, diseñando y siguiendo un minucioso Plan estratégico.

Con mucha experiencia en el país asiático, ¿cómo definirías la cultura de fútbol sala que se vive en Japón?
La base de la cultura es la Educación, y en este apartado Japón tiene un Educación deportiva bastante avanzada, pero, el Futsal es más joven que otros deportes, y se ha de seguir invirtiendo en mejorar la especificidad requerida para seguir culturizándose cada vez más.
El fútbol sala está evolucionando a una velocidad extrema. ¿Cómo valoras la aparición de nuevas potencias como Argentina, Irán, Marruecos, Japón o Kazakstán en el panorama futsalístico?
La globalización va en aumento desde el 2016, en donde se rompió el duopolio Brasil/España, y, personalmente, lo considero muy positivo para que el Futsal siga creciendo por todo el mundo. Tenemos a 4 países que ya saben lo que es ser campeón del Mundo; Asía ha metido en el TOP-16 a sus 5 representantes; África aparece con un rendimiento en clara línea ascendente; son muchos indicadores positivos para el desarrollo y crecimiento de nuestro deporte.
Siempre has comentado la necesidad de formar técnicos en el extranjero. ¿Este ha sido una de tus funciones principales en Asia?
Sin ningún lugar a dudas; está dentro de nuestro ADN como miembros de la mejor escuela del Mundo, la Escuela Española de Entrenadores; es nuestro elemento diferencial, compartir conocimiento, experiencia y nuestros valores, con los Técnicos Locales, para mejorarlos y a su vez comprometerlos para que ellos continúen compartiendo y, de esta manera, propagando el efecto red.
¿Qué crees que le falta al fútbol sala asiático para acercarse más al que se practica en Europa y Sudamérica?
Son varios factores, a modo de ejemplo:
Mejorar las estructuras de los clubes, tanto en rendimiento como en formación para que los jugadores tengan unas condiciones más profesionales y con ello una dedicación exclusiva. Potenciar el crecimiento de las Ligas con la llegada de aún más jugadores y técnicos de primer nivel mundial y crear más ligas de Futsal de Base. Exportar más jugadores a las mejores ligas del Mundo. Mejorar la calidad de los cursos de formación etc.
Pero es evidente que, sobre todo, en la última década, el Futsal asiático ha crecido de manera exponencial.
Poco a poco, jugadores nipones van aterrizando a la LNFS, Liga Placard o Serie A. ¿Cómo valoras este hecho para la expansión de nuestro deporte?
La valoración es muy positiva, y además, estoy seguro que servirá de potenciador y amplificador para que sigan llegando cada vez más jugadores a las ligas Europeas de primer nivel.

