«Debemos competir cara a cara, como ya lo hacen otras selecciones asiáticas, con el resto de los países del mundo, con continuidad, no de forma aislada»
Para que la gente te conozca mejor, ¿quién es César Núñez y cómo se define como entrenador de fútbol sala?
César Núñez es un simple entrenador de fútbol sala, que se dedica profesionalmente a esto desde hace casi veinte años. He pasado por todas las categorías posibles y casi toda mi vida la realicé como primer entrenador. Mi periodo como asistente fue de dos temporadas. Como entrenador de fútbol sala no me defino de ninguna manera. Hago de la adaptabilidad uno de mis mejores aliados. Nuestro estilo de juego, metodológico, la forma en la que dirigimos al grupo o nos relacionamos con nuestra directiva depende mucho de cómo sea ese grupo en concreto.
La base de mi día a día es la disciplina (no la militar), el esfuerzo, trabajar en grupo, investigar e innovar como parte fundamental del proceso de comprensión de este deporte y, sobre todo, organización tanto en la cancha como fuera de ella. Creo que son pautas que nos pueden permitir desarrollar nuestro trabajo con un alto grado de productividad.
Japón, Italia, Francia, Catar y, ahora, Tailandia. ¿Con qué te quedas de cada cultura y de cada modelo de fútbol sala?
Son países y culturas tan diferentes que cada una te deja algo nuevo. Con cada una he ido modelando al César Núñez de hoy. Aquellos que piensen que el fútbol sala se genera en España o Brasil y el resto los copia se equivocan. Los hubiera invitado a pasar conmigo esos años.
Y no puedo enumerar cada una de ellas porque todos han ido cambiando con los años. Esa mezcla de culturas e importar experiencias de una a otra me ha enriquecido muchísimo. Me siento más completo y seguro gracias a ello. Su idiosincrasia transferida al fútbol sala los hace particulares y únicos y es la clave para poder entenderlos y mejorarlos cada día.
Una corta etapa en Chonburi Bluewave. ¿Cómo definirías tu periodo en el mejor club de fútbol sala de Tailandia?
No creo que dos años y medio sea un período corto. Debemos entender el nivel de dificultad de cada proyecto y como nos desgasta. Los ciclos no tienen un tiempo determinado de duración.
Chonburi es un equipo que me ha exigido un esfuerzo como ningún otro. En Tailandia es el equipo referencia y cuando llegué estaba absolutamente roto a todos los niveles, y cuando digo todos es todos. No había por donde cogerlo. Es lo que me provocó ese desgaste. Solo había piezas rotas esparcidas por todos lados y ninguno con ganas de volver a unirlas. Recuerdo que nadie confiaba en nadie, no podías dar un paso sin pensar que podría estar ocurriendo a tu espalda. Fue algo que nunca viví.
A la vez, y, especialmente este segundo año, hemos hecho un fútbol sala de muy alto nivel, sabiendo en la liga que estamos y sin compararla con otras. Eso nos permitirá competir en el futuro de otra forma en el extranjero. Definitivamente, han sido los dos años más productivos a nivel deportivo de mi vida. Seis títulos en dos años y medio y tan sólo tres derrotas.
Te llega la oportunidad de dirigir la selección de Tailandia. ¿Qué supone esto para ti?
En primer lugar, es algo que me va a permitir seguir explorando mis límites como entrenador. Hacer mi trabajo desde otra posición en la que no tengo experiencia, pero, finalmente siempre jugamos en 20×40 y un balón para 10 jugadores.
Además de eso, realizar en cambio generacional que necesitamos en el equipo nacional y cambiar el concepto de selección que todos tenían aquí. Debemos abrir las puertas a muchos jugadores tailandeses que están demostrando día a día su potencial, sin excusas y sin miedos. Convencer a los clubes de que ellos son la base de los resultados futuros, allí es donde los jugadores se forman realmente. Después, veremos qué pasa.
A nivel competitivo, ¿qué objetivos te marcas con el combinado nacional?
Esta pregunta es fácil. No ser felices con estar presentes en un mundial o tener una buena posición en el ranking FIFA. Debemos competir cara a cara, como ya lo hacen otras selecciones asiáticas, con el resto de los países del mundo, con continuidad, no de forma aislada. Para eso nos falta mucho, pero si somos realistas, disputar cinco mundiales no es fácil, debe haber materia prima para dar un pasito al frente y hacer valer el trabajo de los que nos precedieron. Ambición y valentía para esta nueva etapa.
No va a ser fácil. Bajo mi punto de vista, estamos ante uno de los momentos deportivos más delicados de esta selección, habiendo caído hasta tres puestos en el ranking FIFA actual. Soy consciente de ello, pero nunca tuve proyectos fáciles desafortunadamente. Y, tal vez por eso tengo trabajo.
En 2011 dirigiste tu último partido en España. ¿Te planteas volver a la LNFS?
Sí, pero sin hacer locuras. Debo medir cada paso que doy para no quebrar tantos años de esfuerzo casi en solitario, sólo contando con la ayuda de mis agentes y los resultados, algo que me ha presionado hasta asfixiarme algunas veces. Y, principalmente porque necesito estar cerca de mi familia después de tantos años fuera. De todas maneras, no he recibido propuestas para volver hace muchos años..