Entrevista a Iván Palanco, ex entrenador de Shimizu S-Pulse
Para que la gente del mundo del fútbol te conozca mejor, ¿quién es Iván Palanco y cómo se define como entrenador de fútbol?
Siempre me ha parecido que definirse a uno mismo es algo muy poco objetivo, así que me cuesta mucho hacerlo, pero si tengo que resaltar algo de mi persona, diría que soy responsable, trabajador y bastante curioso. Me gusta conocer el por qué de las cosas para obtener respuestas que me ayuden a mejorar personal y profesionalmente.
Como entrenador, pues soy un poco como persona, alguien curioso que intenta mantenerse en continuo aprendizaje para estar preparado ante los posibles retos que puedan llegar.
En cuanto a mi filosofía, quizá por las influencias que he tenido a lo largo de mi formación, tengo especial sensibilidad por el fútbol ofensivo, aquél que busca ser protagonista con el balón, pero la experiencia que he tenido hasta ahora me ha llevado a entender que no debo ser fundamentalista de nada. Muy pocos clubes pueden fichar a un entrenador y darle un equipo a medida, sobretodo el primer año, así que al final pienso que hay que adaptarse todo lo posible al contexto y escoger un estilo de juego que potencie las cualidades de los jugadores que dispones.
Repasando tu carrera, está repleta de experiencias lejos de casa. En 2009, aceptas la primera propuesta en Japón: Director de la FCB Academy en Fukuoka. ¿Cuáles son los motivos que llevan a tomar esta decisión?
Básicamente quería dar un paso más en mi vida que me permitiera dedicarme 100% a lo que más me gusta. El hecho de que el destino fuera Japón fue, además, un gran aliciente porque aunque no conocía el país, sí que tenía buenas referencias de su cultura y de su gente.
Tu aventura asiática continúa, pero cambias de país. En Tailandia, como primer entrenador del Ratchaburi Mitr Phol FC y en el máximo nivel del fútbol tailandés. ¿Qué supuso esta experiencia para tu carrera?
Supuso mi primer contacto con el fútbol profesional, una experiencia dura porque no en todos los lugares se ofrecen las mismas condiciones y facilidades de trabajo, pero mirando lo positivo, al final resultó muy interesante porque aprendí a manejar situaciones muy complejas tanto dentro como fuera del vestuario.
A partir de ahí, empieza tu binomio con Miguel Ángel Lotina. Experiencia en España al servicio del fútbol asiático. ¿Qué significa en tu carrera la aparición de Lotina?
Significa una oportunidad única de aprender de alguien con 20 años de experiencia como entrenador en la Liga Española. Fue una suerte cruzarme con él no sólo porque me ha ayudado a crecer profesionalmente, también porque se trata de una persona noble, humilde y muy abierta a nuevas experiencias con la que siempre he podido dialogar y obtener buenos consejos. En un mundo de espíritu individualista y lleno de egos, tener a diario como ejemplo a Miguel Ángel Lotina es casi un regalo.
¿Cómo se produce vuestro encuentro?
Se juntó un poco la casualidad y el timing adecuado. El mister en ese momento no tenía asistente, buscaba un perfil distinto a los había tenido y en esa búsqueda le pusieron mi nombre encima de la mesa. Supongo que no le hablarían muy mal porque no quiso hacer ni meeting previo, me dijo que nos íbamos a Qatar a trabajar juntos y que nos veíamos directamente en el aeropuerto (risas).
¿Qué pretendía Lotina con tu incorporación? ¿Cuál fue tu rol?
Él tenía la intención de actualizar su método de entrenamiento y buscar nuevas propuestas en la fase ofensiva que, del mismo modo, se integraran positivamente con los conceptos defensivos que, por otra parte, él siempre había tenido muy bien trabajados. Mi trabajo principalmente fue aportarle mi visión y ayudar a dar forma a todo ese proceso.
¿Cómo definirías, después de muchos años, la cultura japonesa?
Es una cultura mucho más colectiva que la nuestra. Obviamente se contempla al individuo, pues cada persona tiene su propia personalidad, pero tiene un componente más enfocado al servicio colectivo. La cultura japonesa muestra empatía y cordialidad hacia el prójimo, así que aprender de ella me está ayudando a ser mejor persona.
¿Qué diferencias hay entre el perfil de futbolista japonés y el estereotipo europeo?
Mi impresión en este tema ha ido cambiando a lo largo de los años y voy a romper un poco con la respuesta tradicional del entrenador extranjero que dice que el futbolista japonés es muy bueno técnicamente pero tiene problemas con la creatividad y la toma de decisión en comparación con los futbolistas de Europa. Respeto todas las opiniones, pero para mí esa explicación ya se queda corta y no se adecua al panorama actual del fútbol japonés. Claro que hay algunos jugadores que deben mejorar en ese sentido, pero también los hay en España, Portugal, Italia, Inglaterra o Alemania. ¿Quién puede decir que Ienaga, Oshima, Koizumi, Kiyotake, Fujita, Shinnosuke, Seko, y tantos otros que ahora no menciono, tienen problemas con la toma de decisión? ¿Qué me dices de jugadores que están a nivel top en Europa como Tomiyasu, Minamino, Takefusa y otros que darán mucho que hablar como Ito, Hatate, Mitoma o Furuhashi? ¿Son futbolistas con dificultades a la hora de decidir? Obviamente no, por lo tanto pienso que no podemos generalizar en cuanto a perfiles, entre otras cosas porque aún teniendo la misma nacionalidad, podemos ver japoneses con perfiles y cualidades muy diferentes. Lo que sí está claro es que hay futbolistas nipones con un nivel igual o superior a los europeos.
Las comparaciones son odiosas…
No me parece mal comparar, sobretodo si se hace sanamente para tomar referencias positivas que ayuden a mejorar. Lo que sí pienso que antes de hacerlo debe analizarse el contexto de cada país. A diferencia de Japón, el fútbol en Inglaterra, España o Argentina, por ejemplo, es el deporte rey. Eso significa millones de niños/as viendo o practicando fútbol todos los días. Sobretodo antes, veías a muchos niños pasar horas y horas jugando a pelota en la calle. En ese tiempo invertido en el Fútbol de Calle del que Cruyff tanto hablaba, el jugador no sólo se divertía, sino que a base de vivir y repetir situaciones de juego, el niño también mejoraba su compresión del juego y su toma de decisión. En ese contexto sentaron su base muchos futbolistas inteligentes y creativos que, además, luego eran inscritos en clubes federados para competir cada fin de semana en ligas que reproducen el sistema de competición profesional. Para bien o para mal, en España no se hace otra cosa que competir desde los 6 años. Ahora las calles no son tan seguras como antes, pero por contra el nivel de formación ha evolucionado mucho. La RFEF facilita un contenido excelente en todos sus cursos, de ahí que muchos entrenadores españoles estén bien preparados para enseñar al jugador. Si a esa calidad de enseñanza le sumas horas de práctica, competición, y como no, talento, lo normal es que el resultado sea la aparición de futbolistas con unas cualidades excelentes.
¿Crees que Japón, entonces, está evolucionando para acercarse al nivel de los clubs europeos?
Sin duda, creo que Japón está en esa línea. El fútbol está creciendo mucho, siendo un deporte cada vez más accesible, seguido y practicado, algo que naturalmente conlleva una reflexión sobre su proceso de mejora. Pienso que factores como el buen trabajo de la J-League y la JFA, la irrupción de las redes sociales y la aportación de buenos entrenadores japoneses y extranjeros, han contribuido a elevar el nivel de formación de jugadores y han hecho que el método de enseñanza tradicional haya evolucionado hacia un nuevo método más actualizado en el que se ofrece un ambiente más propenso a explotar talento, la toma de decisión y la creatividad del futbolista. Enlazando con la pregunta de antes, esto hace que cada vez vayan apareciendo más y mejores futbolistas japoneses.
¿Qué crees que le falta al sector futbolístico en Japón?
Me la voy a jugar porque a veces contestar preguntas de este tipo da lugar a malos entendidos y se interpreta como una crítica cuando simplemente es una opinión que parte siempre del máximo respeto hacia el fútbol japonés. Así que antes que nada, quería dejar claro que no critico nada, simplemente es el punto de vista de un entrenador que también tiene muchas cosas a mejorar.
Dicho esto, creo que hay varios apartados que, de mejorarse, elevarían bastante el nivel del fútbol en Japón, pero para no extenderme demasiado hablaré de dos sectores en concreto:
El primero es el referente a la Nutrición. Hoy día se puede ver claramente que el perfil de futbolista que juega en las grandes ligas es un perfil de atleta. Si miras los cuerpos de esos jugadores es fácil adivinar que, o bien tienen una genética privilegiada, o todos cuidan su salud al extremo para poder mantener las exigencias que implica jugar en la élite del fútbol mundial. Eso no es casualidad, hay una inversión y una apuesta clara por parte de los clubs, que no solamente cuentan todos los días con servicio de comedor en las instalaciones del club (algo que Lotina siempre ha implementado en todos los equipos en los que hemos estado), también tienen nutricionistas especializados en el deporte de élite que se encargan de controlar y pautar al detalle la alimentación de cada uno de los jugadores. Cualquiera que haya visto el documental del Manchester City, por ejemplo, puede apreciar la importancia que se le da hoy día al llamado entrenamiento invisible (alimentación y descanso) y su relación directa con el rendimiento deportivo, la recuperación post esfuerzo y la prevención de lesiones. En definitiva, creo que mejorando este apartado, clubs y jugadores en la J-League darían un gran salto de calidad.
Y el segundo punto está relacionado con el Área Médica. Creo que hace falta apostar un poquito más por la incorporación de última tecnología, es decir, maquinaria médica que ayude al trabajo que hacen a diario doctores y fisioterapeutas. No hablo de grandes gastos, simplemente de invertir en aquellos aparatos de coste moderado que, bien empleados, ya han demostrado en Europa gran efectividad agilizando el tiempo de recuperación de lesiones. En estos tiempos de Covid es difícil asumir costes extra, así que desde la máxima prudencia simplemente digo que, en la medida de lo posible, estaría bien hacer un pequeño esfuerzo en este ámbito porque a la larga no hay duda que sale a cuenta. Al final, tener parado al mejor futbolista de tu equipo tiene doble coste: por un lado el de puntos de competición, y por el otro el que asume el club pagando una nómina por un servicio que, desgraciadamente, el jugador no puede realizar. En las grandes ligas se es muy consciente de ello, así que hace años que han puesto el foco en la incorporación de tecnología que agilice el tiempo de recuperación de lesiones y permita a los futbolistas estar el máximo tiempo posible a disposición del entrenador.
Futbolistas y entrenadores europeos emigran para buscar nuevas oportunidades y ayudar a hacer crecer el deporte en Japón. ¿Es una metodología útil?
Creo que sí lo es. En todos y cada uno de los 5 años que hemos estado allí, también en éste último en el que los resultados no han sido tan favorables, hemos recibido solicitudes por parte de muchos entrenadores que deseaban ver in situ nuestra metología de entrenamiento. Quiero pensar que eso ha sido así no sólo porque hemos tenido 4 años muy buenos a nivel de resultados, sino también porque en general nuestros propios jugadores han dado un buen feedback de nuestra manera de entrenar.
En cualquier caso, no tengo dudas de que el crecimiento a nivel deportivo ha sido mutuo porque la J-League me parece una liga muy rica tácticamente, además de igualada y competitiva, con entrenadores de alto nivel que, independientemente de su nacionalidad, nos han planteado grandes retos y muchas dificultades que, por lo menos en mi caso, me han exigido lo máximo y por lo tanto me han hecho mejorar como entrenador.
Después de 7 años trabajando, día a día, con Miguel Ángel Lotina. ¿Te planteas iniciar una nueva aventura en solitario?
Siempre he dicho que estoy muy a gusto trabajando con Lotina. Trabajar con él me hace feliz y plenamente realizado, así que simplemente volvería a retomar una aventura en solitario si llega un buen proyecto que me aporte mayor ilusión que la que tengo actualmente.
¿Qué objetivos te marcas a corto-medio plazo?
No me marco objetivos, entre otras cosas porque la vida te plantea oportunidades dónde y cuándo menos te lo esperas y de nada sirve todo lo que habías pensado. Lo que sí intento es centrarme en el día a día y seguir formándome para que, el día que venga la oportunidad, este bien preparado para disfrutar bien la experiencia.