La profesionalización del fútbol femenino llega a la política
Mientras se debate sobre el futuro de la Primera Iberdrola, el fútbol masculino vuelve
La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino pide echar la vista atrás, hasta su creación en el año 2015, para ponderar el avance de la disciplina. Si la entidad puede reparar en la «dimensión social, deportiva y económica» de la Primera Iberdrola es porque su discurso puede detenerse en los hitos conseguidos. «Hablamos de una competición que en 5 años ha conseguido que todas sus jugadoras tengan contratos profesionales, logrando el I Convenio Colectivo, con una importante presencia televisiva y audiencias que superan los 6 millones de espectadores al año, convirtiéndose así en la tercera competición nacional en ingresos por comercialización de sus derechos audiovisuales por detrás de LaLiga y la ACB», presumió en su última nota de prensa.
A la existencia de vínculos laborales y a la importancia y dimensión económica de la competición apela la entidad para reclamar al CSD la calificación para la Primera Iberdrola de competición profesional, una proclama que con esta pandemia se ha colocado en la mesa del debate político. Partidos de diferente color coinciden en la necesidad de revisar las normas, toda vez que la salida a la actual crisis sanitaria ha desempolvado la desigualdad existente en el ámbito deportivo.
Solo han recuperado su actividad la Primera y Segunda de fútbol y la Liga ACB, todas ellas masculinas. La Primera femenina, como las demás competiciones no profesionales, finalizó de manera prematura, a falta de ocho jornadas, con el Barça proclamado campeón.
El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, afirmó el pasado viernes en sede parlamentaria que en el diseño de la desescalada han pensado «en todos los sectores del deporte». «Del profesional y del no profesional, sin dejarnos ninguno, aunque tendremos que revisar los criterios», asumió.
Esa actualización pasaría por la revisión de la Ley del Deporte, cuyo texto data de 1990. El diputado socialista Juan Luis Soto invitó al Grupo Popular a apoyar «una reforma que permita garantizar la profesionalidad de las mujeres deportistas». Por su parte, en representación de Unidas Podemos, María del Mar García Puig, expresó su deseo de que la nueva ley sea «feminista», «igualitaria» y refleje la «justicia social». El riojano Javier Merino, portavoz popular, atacó la suspensión de la Primera Iberdrola: «Se está tratando a las jugadoras como si fueran de barrio».
De momento, el convenio del fútbol femenino continúa impugnado por UGT y sin publicar en el BOE y los clubes deben conformarse en Sociedades Anónimas Deportivas. Con esos dos pasos, la profesionalización estaría más cerca.
Fuente: larioja.com