Del AEM Lleida al Granada femenino; el cambio de aires de Roger Lamesa
El entrenador leridano repasa su verano tras la salida del club de su corazón y su aterrizaje en Reto Iberdrola Sur de la mano del Granada.
Para Roger Lamesa (Lleida, 1990) Lleida es su casa. En agosto de 2009, empezó su carrera de entrenador en la desaparecida Unió Esportiva Lleida y, desde entonces, siempre ha estado vinculado a algún equipo de la tierra, salvo dos periodos distintos en India. Con experiencia dentro del fútbol femenino, en 2018 se convirtió en el primer entrenador del SE AEM Lleida y consiguió ascender al equipo y disputar la liguilla del año pasado de ascenso a la Primera Iberdrola. Con toda una vida vinculada al deporte leridano, sorprendió su marcha este verano del club. Dejó el AEM, dejó Reto Iberdrola Norte y recaló en Reto Iberdrola Sur, en un Granada CF que quiere competir por estar entre los cinco primeros y, quién sabe, hacer historia con un ascenso y una trayectoria larga en Copa de la Reina.
¿Qué valoración general haces de la temporada del Granada? Es una campaña un poco atípica por los premios a final de temporada. Creo que todos los equipos estaremos compitiendo hasta mayo por algún objetivo. El Granada es un equipo que va creciendo día a día, que ha mantenido el bloque de los últimos años y se ha reforzado con cuatro futbolistas, con el principal retoque siendo en el banquillo. Hay un proceso de adaptación y por ahora es positivo; siempre desde la paciencia y creciendo.
Viendo cómo ha empezado el equipo, ¿tú estás contento o crees que hace falta trabajar algo? La temporada la tenemos que dividir en tres fases. Primero, en la Copa Andalucía salimos campeonas tras enfrentarnos a dos Primera Iberdrola, fue un gran éxito. Luego la Copa de la Reina hemos pasado dos rondas y en Reto Iberdrola, si hubiéramos sumado algún punto más, sobre todo en casa, estaríamos hablando de una temporada magnífica. Nuestro objetivo aquí es quedar entre los cinco primeros, que te da acceso a Segunda el año que viene y en ese abril/mayo, queremos estar cerca de los de arriba para intentar asaltar la primera plaza, pero siendo conscientes que nuestro claro objetivo son estos cinco primeros puestos. Si el Granada no está ahí, está claro que tenemos que reajustar. Llevamos tres meses de convivencia entre nosotras y, en el fútbol, eso a veces importa más que cualquier modelo competitivo.
Y hasta ahora, más allá del sumar algún punto más en casa, habéis marcado 9 goles y encajado 9. ¿Echas de menos gol delante y, por el contrario, habéis hecho un buen trabajo defensivo?Tengo sentimientos contradictorios. Tuvimos un muy mal partido en Alhama, donde encajamos cuatro goles, por lo tanto, llevar nueve nos hace ser de los menos goleados y eso es un poco una seña de identidad. El año pasado, con el AEM Lleida, fuimos el tercer equipo menos goleado y no estuvimos en el top de goleadores. Llevar muchos goles o no a favor no es un aspecto que nos preocupe, pero sí es cierto que falta un poquito de suerte o acierto. Ahora estamos séptimas y los cinco primeros clasificados llevan 10 o más goles. Quizá sí es la asignatura pendiente, pero sin esa preocupación de pensar que eso nos esté penalizando. Tenemos un estilo muy autocrítico y como cuerpo técnico también queremos servir a las jugadoras con muchas más opciones para hacer ocasiones de gol para conseguir el objetivo.
Las consecuencias de la reestructuración de Reto Iberdrola
Dejas claro tu objetivo tras la reestructuración de las categorías. ¿Cómo afecta esto a la preparación de la plantilla? ¿Es una presión extra acumulada?Claro, si no hubiera habido este cambio de formato, estaríamos hablando de intentar quedar campeonas, porque es la realidad del fútbol femenino. Si solamente tiene premio el primero y se castiga a los dos últimos, no podemos plantear una temporada como Granada para aspirar a quedar entre los cinco primeros. Pero la dificultad de Reto Iberdrola es que del 2º al 5º se quedan en segunda, pero del 6º al 11º hay un playoff a partido único contra los de Reto Norte y no queremos sufrirlo, porque podemos quedar fuera de esta categoría y eso sería un auténtico fracaso. Tenemos que luchar muchísimos para lograr esta posición para dejar al Granada, mínimo, en esta nueva categoría. Habrá clubs con mucho prestigio y jugadoras de mucho nivel que quedarán fuera, por lo tanto, esto te cambia por completo los objetivos.
Hablas de no tener miedo, pero sí respeto. Dicho esto, ¿en tu caso, hay preocupación? Claro… El problema es que es un partido único y ahí todo se iguala. Jugártelo todo a cara o cruz y con el premio o castigo en juego, te hace tenerle mucho respeto a este nuevo formato y tener entre ceja y ceja quedar entre los cinco primeros para evitar este KO que dejará seguro más de algún histórico fuera. Eso sí, si lo podemos evitar, disfrutaremos mucho porque habrá auténticos partidazos.
Habiendo hablado de esto, es momento de preguntar por el cambio de este verano. ¿Qué te hace llegar a Granada? Llevábamos tres años muy intensos en el AEM y tocaba un cambio. Entonces nosotros como cuerpo técnico nos planteamos descansar y empezar sin entrenar, pero en junio hubo una llamada del Director Deportivo del Granada, Roberto Valverde, simplemente para conocernos. La reunión que hicimos en Los Cármenes fue tan y tan bien que Róber nos quiso traer a Granada y nosotros ya nos replanteamos ese descanso. Nos entendimos muy fácil y en una semana, prácticamente, lo teníamos todo acordado. El feeling en el ambiente de trabajo es muy importante, a veces más que un buen proyecto. Si no hay buenos cimientos, los proyectos se acaban desmoronando. Creo que las relaciones personales son básicas para realizar tu tarea y sentirte bien valorado. Solo tengo palabras de agradecimiento para Róber, Sergio Muñoz en la Secretaría Técnica y el staff que nos acompaña.
Hace unos años también saliste de Lleida tras toda una vida, en ese caso a la India. ¿La salida a Granada, en menor parte, es producida por ganas de ver otro fútbol y probar distintas experiencias? Entiendo que se dan en pequeños contextos diferentes. La salida de ahora se da más en un contexto de fútbol femenino, para conocer otro fútbol que quizá no hemos vivido en un club tan grande como el Granada, con la estructura de femenino, pero también de masculino; a nosotros nos genera mucha ilusión. Por otro lado, la salida a India viene más en un contexto de fútbol masculino, tanto cuando estaba en el filial del Lleida como cuando estaba en la coordinación masculina del AEM. Se presentó una oportunidad de rebote, prácticamente, para ir al extranjero y sirvió también, a nivel personal, para vivir otra cultura, una experiencia única. Me hizo ver las cosas desde otra perspectiva y lo aconsejo. Todo entrenador de fútbol lo debería vivir.
Eso sí, siempre que has salido, te has ido con un billete de vuelta. ¿Este viaje a Granada también crees que viene con regreso? A ver… [Ríe]. El Granada me ha dado una oportunidad por la que les estaré muy agradecido siempre y, en tres meses, créeme que lo llevamos muy adentro. Pero eso el club de mi corazón es el AEM, no me tengo que esconder. Son los valores que se me han transmitido desde pequeño, el saber valorar a la gente que te da oportunidades e igual que me la han dado aquí en Granada, el AEM me las ha dado en muchos ámbitos. Entrenar al femenino, tareas de coordinación, base masculina… volver a casa o no, supongo que el tiempo dirá qué es lo mejor; lo dejo a lo que sea mejor para el club. Me hubiera gustado estar muchos años en el AEM, pero hay que tomar decisiones a regañadientes, que nos pueden gustar menos y, si son por el bien de jugadoras y club, las tomamos en el pasado y las seguiremos tomando en el futuro.
Entonces, debes seguir los resultados y la actualidad del AEM cada semana Sí, constantemente. Desde la distancia, porque entendemos nuestro rol y somos ex entrenadores y no queremos entrar en situaciones que puedan trabar trayectorias; lo vemos todo desde lejos, desde el aprecio al club, dirigentes y futbolistas. Pero cada semana estamos pegados a Lleida En Joc, primero el fin de semana para conocer la actualidad del partido y, evidentemente durante la semana, para escuchar las noticias que se generan desde Lleida, que están siendo positivas y nos alegramos muchísimo.
«Tras tres años de ayudar a crecer a este equipo, nuestra etapa había acabado»
En una respuesta anterior has dicho que entendías que era necesario un descanso. ¿Esto lo notas porque tú estás cansado, falta conexión con jugadoras o dirección deportiva? ¿Qué te hace saltar? No me escondo nunca en respuestas, pero entrar en valoraciones y disputas, soy alérgico a todo esto. En su momento fuimos sinceros con la gente con la que teníamos que serlo para transmitir estas decisiones y ya está. Pero te puedo decir que, a nivel futbolístico, de jugadoras, estábamos muy contentos con ellas y ellas nos habían transmitido mucha confianza en nuestro trabajo. Sin esta comunión entre jugadoras y cuerpo técnico, creo que el AEM no hubiera podido crecer tanto como lo hizo. No olvidemos que el año pasado llegamos a la última jornada de liga con opciones de quedar terceras en Reto Norte.
Además, nosotros estábamos muy ligados a la dirección deportiva de ese momento, con Josep Maria Salmerón, que hizo crecer muchísimo el club en general, y sobre todo el fútbol femenino. También estábamos ligados a la Junta Directiva de Sergio González, de José Serrano y luego hubo cambios estructurales. Entendimos que el AEM necesitaba una profesionalización más profunda en fútbol femenino, también que había figuras que tenían que estar y nosotros creímos que, tras tres años de ayudar crecer a este equipo, nuestra etapa había acabado y lo mejor para el club es que llegara una cara nueva, para aportar nuevas ideas.
Llegados a este punto y a modo de conclusión, acabando con el Granada. Quizá la pregunta es muy a largo plazo, pero ¿te ves ligado al Granada mucho tiempo, siempre que cumplas tus objetivos? Los plazos de los entrenadores pueden ser muy cortos o muy largos y, por suerte o por desgracia, es la “putada” para nosotros, hablando mal. Somos los últimos que podemos decidir si un proyecto nos identifica o nos gusta y ahora mismo puedo decir que en Granada estoy muy a gusto. Y lo estoy por el entorno que tengo, con mi cuerpo técnico, el ambiente de trabajo, el conocer otra ciudad y otro estilo de vida tan diferente a lo que es Lleida o Cataluña. Estoy muy cómodo y, con la confianza de Roberto Valverde, ahora mismo pienso que me gustaría estar ligado muchos años. Pero también sé que lo que nos manda en el trabajo son los resultados y quién sabe en un mes el contexto en el que nos encontramos. Lo seguiremos viviendo con las ganas de estar aquí muchos años, porque así lo sentimos.
Fuente: futboleras.es