Imanol Arregui, técnico del CD Osasuna Magna durante 22 temporada, valora su marcha del club de su vida y su situación personal actual
- Este verano pusiste punto y final a una relación de 22 años con el club de tu vida. ¿A qué se debió esta decisión?
La verdad es que ya llevaba unos años queriendo parar un poco. Era una decisión tomada, pero siempre con la premisa de dejar al club con el equipo preparado y por supuesto en Primera División. Si no, no me hubiera ido. Después de la pandemia, tenía la obligación moral de quedarme por la situación del club.
- Ya han pasado unos meses, ¿cómo te sientes actualmente?
Sinceramente, tranquilo, disfrutando de la familia y amigos y viendo partidos también de vez en cuando. Ahora que ya ha empezado la liga, ya empieza a picar un poco el gusano de la enfermedad del futsal, pero me está viniendo muy bien este parón, mentalmente, sobre todo.
- ¿Qué crees que Imanol Arregui puede seguir aportando al fútbol sala?
Sería muy pretencioso por mi parte decir que puedo aportar al fútbol sala. Prefiero pensar y disfrutar en lo que el fútbol sala me ha dado me da y me dará a mi. Lo demás creo que, cuando me toque volver a entrenar, haré lo que siempre he hecho, trabajar mucho e intentar ganar jugando bien.
- ¿Cómo es la vida sin fútbol sala después de tantos y tantos años rodeado de este deporte?
Ahora mismo tranquila. Al principio, muy rara. Son muchos años jugando y entrenando y es algo que no se cura ya. Como te decía antes, me está viniendo muy bien este descanso, creo que lo necesitaba mucho. Aun así, nunca me desligo del todo. Sigo viendo partidos, jugadores, etc.

