Rana Okuma llegó a España desde Japón el verano pasado y fichó por el Cacereño, de la Segunda División Española. En estos primeros tres meses, ha ido aumentando progresivamente sus oportunidades y sus minutos de juego, adaptándose bien a España y haciéndose con un puesto fijo en el equipo.
¿Te has acostumbrado a vivir en España?
Tardé unos dos meses en acostumbrarme. Durante los días libres, básicamente hago comida japonesa en casa y ahora, que ya conozco mejor la zona, sé dónde puedo comprarlos. A nivel social, la adaptación ha sido rápida. En la actualidad, ya me he acostumbrado a relacionarme con los españoles.
En cuanto al juego, los españoles tienen una idea clara de lo que quieren hacer, y fue fácil introducir las características de cada compañero. Así que me resultó fácil entrar en el equipo y empezar a entenderme con mis compañeras. Creo que me he vuelto más proactiva desde que llegué a España. A mis compañeras, les encantan las bromas. Me enseñan palabrotas en español (se ríe), y si no entiendo una palabra, puedo preguntarles «¿Qué es esto?» y suelen enseñarme español.
¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol?
Jugué en un equipo de chicos desde los seis años hasta los doce. Luego viví en una residencia durante seis años, desde la secundaria hasta el bachillerato y jugué en la JFA Academy Fukushima. A partir de ahí, empecé a jugar en Urawa Reds y estudié en la Universidad. Finalmente, el año que empezó WE League jugué en Omiya Ardija.
¿Hay diferencias sobre el estilo de fútbol en Japón y en España?
Me sorprendió que hacer faltas fuera una táctica, ya que en Japón es impensable. En Japón, las jugadoras que hacen faltas son vistas como brutas, pero aquí se valora. Me pareció increíble que se viera como una jugada valiosa.
¿Qué opinas de las llamadas faltas tácticas?
Me molesta mucho cuando me paran con una falta táctica (se ríe). Porque buscamos contragolpear y yo soy la jugadora que inicia ese contragolpe y, obviamente, no me gusta cuando cortan este tipo de jugadas. Pero aquí está muy bien visto este concepto.
¿Existe una gran diferencia entre los dos estilos de fútbol?
Sí, sobre todo, en la a velocidad del juego y las faltas como táctica.
¿Cómo definirías tu adaptación futbolística al modelo español?
En el primer mes, me costó acostumbrarme, ya que también era muy reservada. Poco a poco, me fui acostumbrando. En Japón tenía un largo recorrido, pero los españoles son futbolistas de este perfil, así que me llevó un tiempo acostumbrarme a su largo alcance cuando me enfrentaba a ellas. Después del primer mes, noté una gran mejoría, sobre todo, en relación al giro, al regate y al timing.
¿Así que te acostumbraste?
Sí, me acostumbré. Me acostumbré a la velocidad. Ahora puedo mirar a mi alrededor cuando recibo el balón. Al principio estaba al 60%, pero ahora puedo dar casi el 100% de mi capacidad.
¿Cuáles son tus objetivos para esta temporada?
Quiero que se me valore en cuanto a resultados, por eso quiero marcar goles. Primero quiero marcar goles para que el equipo gane, pero también quiero marcar goles para mí personalmente, para apuntar más alto en España y convertirme en una jugadora japonesa reconocida en Primera División.